Cocina saludable sin colesterol – Adolfo Pérez Agustí
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Cuando se habla despectivamente de una persona obesa se dice que está grasiento, seboso, o que parece una foca, animal éste que también es famoso por su reserva de grasa. Parece como si nuestro instinto y ganas de hacer chistes, tuvieran ambos las cosas claras al considerar que las grasas son las únicas culpables de la obesidad, desplazando incluso a la también desprestigiada caloría. Pero, ¿es cierta su mala fama o es sólo una manipulación comercial para que consumamos más alimentos pobres en grasas? Después de los ataques a las calorías, a la sal, al azúcar, las hamburguesas y al inocente pan, no nos extrañaría que tampoco las grasas fueran las culpables de todos nuestros males. A fin de cuentas, no hace mucho nos decían que el pescado azul era perjudicial para el hígado y que las pastas italianas engordaban.