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viernes, 3 de abril de 2015

Estudio científico de Harvard advierte sobre el consumo de leche

Estudio científico de Harvard advierte sobre el consumo de leche

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La leche de vaca ha sido durante años uno de los alimentos más cuestionados en cuanto a sus beneficios y nutrición pues, aunque la mayoría de personas la han considerado como parte esencial de su alimentación, hay estudios recientes que demuestran que el consumo de leche de vaca puede ser perjudicial para la salud.

En la búsqueda por perder peso o mantener una bonita figura, muchas personas han optado por consumir leche “baja en grasa” o productos derivados, con el fin de disfrutar su delicioso sabor y sus “beneficios” sin consumir grasa de más. 

Sin embargo, David Ludwig, un científico de la Universidad de Harvard, realizó un estudio que cuestiona los supuestos beneficios de la leche, especialmente la famosa leche “baja en grasa”.

La investigación, que fue publicada en la revista de la Asociación médica americana de pediatría, reveló que, cuando se le extrae grasa a la leche, esta es sustituida por azúcares, que pueden ser potencialmente más dañinos a largo plazo. 

Aunque desde siempre se ha lanzado la alarma a la población acerca de los peligros de consumir bebidas azucaradas, nunca se había incluido la leche baja en grasa entre estas. 

En su estudio, el doctor Ludwig cuestiona la justificación que se le ha dado a la promoción de la leche baja en grasa, pues considera que todos los líquidos que contienen calorías y azúcares deben ser tratados con la misma precaución.
¿Es necesario el consumo de leche de vaca?

El científico coincide con otras investigaciones al considerar que los seres humanos no tienen requerimientos nutricionales de la leche de vaca y que inclusive esta puede llegar a ser muy dañina para el organismo. 

La leche de vaca se popularizó por sus contenidos de calcio que, para muchos expertos, es esencial para la salud de los huesos. 

"Relacionado con el calcio, se ha construido un mito infundado que asocia la falta de calcio en el organismo con la falta de calcio en la dieta. Nada más lejos de la realidad, por mucho calcio que se añada a la dieta, si los hábitos de vida en conjunto son incorrectos, las pérdidas de calcio seguirán representando un problema. Muchos pueblos indígenas con unos niveles relativamente bajos de calcio en la dieta obtienen suficiente calcio para mantener huesos robustos de por vida, gracias a los factores benéficos de su estilo de vida global.

"En este sentido, existen ciertos estudios que arrojan resultados destacables. El Estudio de Salud de Enfermeras de Harvard, que controló a más de 75.000 mujeres durante 12 años, mostró que el aumento del consumo de leche no tiene un efecto protector sobre el riesgo de fracturas. De hecho, el consumo superior de calcio procedente de los lácteos estaba asociado a un mayor riesgo de fracturas.
"Por otro lado, tenemos el Estudio de Nutrición Cornell-Oxford-China, conocido como Proyecto China por haber sido realizado en China continental y Taiwan. Es un estudio masivo sobre más de 10.000
familias diseñado para estudiar la dieta, el estilo de vida y las enfermedades de la población. Mediante la investigación simultánea de enfermedades y características dietéticas, como ningún otro estudio científico hasta la fecha, el proyecto ha generado la base de datos más completa del mundo sobre las múltiples causas de la enfermedad. En este estudio se observó que los chinos (que tradicionalmente nunca han consumido lácteos y en general su ingesta de calcio es baja), presentan un riesgo muy inferior de osteoporosis.

Las conclusiones demuestran, entre otras cosas, el papel des-mineralizante de la leche animal en el adulto. Cuando los chinos introducen la leche en sus dietas, se produce un aumento de la osteoporosis. Este hecho parece paradójico, puesto que los chinos bebedores de leche consumen cuatro veces más calcio que los chinos que no la ingieren. No deberíamos sorprendernos por estos resultados, es bien conocido que la osteoporosis es una enfermedad de los países occidentalizados, fuertes consumidores de productos lácteos, que supuestamente la previenen.

"Según el equipo de Hsiu y Funk (Universidades de Taipeh y Los Ángeles), la osteoporosis aumenta de forma espectacular en aquellas personas que sin haber tomado nunca leche animal, comienzan a tomarla. Esta pérdida de calcio puede ser debida a la acidez transitoria producida por el exceso de proteínas de los lácteos.
"Todo indica que los lácteos no ayudan a mantener huesos fuertes; se puede reducir el riesgo de osteoporosis eliminando el consumo de sodio y proteína animal en la dieta y aumentando el consumo de frutas y verduras, haciendo ejercicio, y asegurando un adecuado consumo de calcio procedente de vegetales tales como las hortalizas de hojas verdes, las legumbres y los frutos secos. Por ejemplo, una ración de brócoli contiene tanto calcio aprovechable como un vaso de leche, además de muchos otros nutrientes saludables.

Una dieta sin lácteos puede cubrir todas las necesidades nutritivas y sin riesgos para la salud. En realidad, podemos alimentarnos perfectamente, sin tener carencias de ningún tipo, prescindiendo de
los lácteos. La necesidad de sustituir los lácteos por otros alimentos responde a dos razones: una, la preocupación por el calcio; y la otra, el apego psicológico al "amamantamiento" diario.
Del calcio nos tendríamos que preocupar de las pérdidas más que del suministro e incluir en la dieta una buena cantidad de vegetales que contienen ese mineral.
Para los que necesitan seguir tomando un líquido blanco de sabor dulce suave, existe una amplia variedad de leches vegetales. Podemos obtener sabrosas y nutritivas "leches" de arroz, avena, almendras, avellanas, sésamo.

Sin embargo, existen otros alimentos que son más ricos en calcio que la leche de vaca y no tienen los efectos negativos en la salud que esta puede tener a largo plazo.

Un claro ejemplo de ello son el brócoli, la col rizada, la rúcula, o las espinacas, entre otros, que tienen más de 160 mg por porción. 
También hay otras fuentes como las nueces, semillas y legumbres que pueden aportar cantidades significativas por porción. 
Por lo tanto, ninguna persona necesita consumir grandes cantidades de leche para mantener sus huesos sanos. 
En su lugar, debe optar por incrementar el consumo de otros alimentos más saludables.


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100gr de Leche tiene 118mg de Calcio (pasteurizada, solo le tiene 59mg)
100gr de Brócoli tiene 130mg de Calcio
100gr de Almendra tiene 250mg de Calcio
100gr de Ajonjolí (Sésamo) tiene 1160mg de Calcio
100gr de hoja de coca tiene 2097mg de Calcio

Además muchos científicos han comprobado que el consumo en exceso de la leche, produce Cáncer de Mamas, Cáncer de Próstata, Quistes en los Ovarios, Tumores, desarreglos hormonales y en la menstruación.

Actualmente en todo el mundo, las vacas reciben altas dosis de Lactotropina, lo cual provoca agrandamiento de las ubres y un aumento de la producción lechera en un 40%. La lactotropina aumenta la cantidad de hormonas animales y sintéticas en la leche de un 75%, lo cual genera a los humanos un sinfín de desarreglos hormonales y metabólicos.

La intolerancia a la lactosa es común en muchas personas, especialmente entre los de razas no caucásicas. Los síntomas, que incluyen molestias gastrointestinales, diarrea y flatulencia, suceden porque estos individuos no poseen los enzimas que digieren la lactosa.

"Ningún animal en estado libre se alimenta de leche fuera del periodo de amamantamiento y a pesar de ello no padecen deficiencias de calcio. ¿Por qué? Sencillamente porque las dietas que ingieren les proporcionan todos los nutrientes que necesitan para su estado de salud normal, de forma instintiva saben qué deben comer y están preparados para extraer de esos alimentos todo lo necesario. El problema es del ser humano, que ha perdido esa referencia instintiva su dieta está tan desnaturalizada que invariablemente incorpora un exceso de ciertos factores y una carencia de otros."

 "Lait: le mythe du calcium" Jacques Ascencio. Revista Biocontact nº 62 (04/1997)

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